En RN apoyamos el proceso de fortalecimiento de las identidades regionales y el traspaso creciente de atribuciones y recursos desde el gobierno central a los gobiernos locales.

Contribuye a tal propósito la elección de las autoridades regionales, al igual que el principio de descentralización tributaria, conforme al cual un porcentaje de los impuestos que las empresas generan por las actividades que desarrollan en las regiones deben permanecer en éstas, siempre que la utilización de dichos recursos sea compatible con los fines que el Estado se propone.

Los gobiernos locales son el eje del proceso descentralizador y en consecuencia sus atribuciones y responsabilidades deben ser aumentadas, al igual que sus facultades y recursos para dar cumplimiento a los mandatos que la sociedad les entrega, como puerta de acceso a los servicios públicos.

La acción del Estado debe ceñirse al principio de proximidad, en virtud del cual todas sus tareas se realizan siempre a través del órgano más descentralizado y por ende cercano a las personas. De igual modo, el Estado central, de acuerdo al principio de delegación responsable, no debe atribuir obligaciones a los gobiernos locales sin asignarles el financiamiento correspondiente.