Diario Financiero: Andrea Balladares, secretaria general de RN cuenta que a los 18 años comenzó a trabajar a distancia por la primera campaña presidencial de Sebastián Piñera. Motivación juvenil que terminó definiendo su trayectoria política y personal.
‘Su rigor profesional creo que es una de las cosas que me va a quedar para toda la vida. Él me enseñó lo que es entregar todo, hacer las cosas de verdad, lo que es el amor al servicio público’. Así resume Andrea Balladares, hoy secretaria general de Renovación Nacional, su experiencia con el exmandatario, Sebastián Piñera, quien -dice- es una persona que dejará huella en todos quienes que tuvieron la oportunidad de trabajar con él.
Licenciada en sociología, se interiorizó en la política siendo muy joven, a sus 18 años y desde la comuna de Chanco, en la región del Maule, ingresó a RN.
‘Partí militando cuando se anunció que él iba a ser el candidato presidencial de Renovación Nacional. Eso fue en un consejo general, en mayo de 2005, yo estaba en 4º medio y ahí decidí entrar a RN. En ese tiempo yo vivía en Chanco y estudiaba en Cauquenes, y ahí participé en la campaña del 2005, desde allá’, parte relatando Balladares.
Esa motivación juvenil fue una decisión que terminó marcando toda su vida de ahí en más. Al año siguiente, en 2006, Balladares se trasladó a Santiago para estudiar, y en esos años potenció su relación y convicción política con RN, y también con el exmandatario.
‘En esa época, yo estudiaba Derecho, y ahí pude conocerlo. Él hizo una reunión con distintos estudiantes universitarios y ahí fue la primera vez que fui a su oficina y que lo pude conocer. Recuerdo que sus planteamientos e ideas me despertaron gran admiración, yo quería ayudarlo en su proyecto’.
En Santiago, Balladares comenzó a participar en un grupo de formación política que realizaba la Fundación Futuro, instancia que le permitió comenzar a relacionarse con diversas figuras políticas del partido, abriéndole espacios de mayor participación.
‘Él armó esos grupos y yo era parte de los jóvenes que íbamos a esos cursos, y ahí además de conocerlo a él, pude conocer mucho a la señora Cecilia Morel’, dice.
Dicha relación, de hecho, le permitió a Balladares pasar a ser una pieza clave del equipo de la exprimera dama durante el primer Gobierno del exmandatario. ‘Partí con ella como avanzada y terminé como directora de programación. Me tocaron varios viajes, mucho tiempo con ella y, en ese tiempo, construímos un equipo muy, muy cercano’, cuenta.
Cuando finalizó el primer mandato presidencial, Balladares continuó teniendo un rol muy activo dentro del partido, lo que le permitió mantener el nexo con el exmandatario.
Según relata, una vez terminado el primer gobierno siguió muy activa y cercana. ‘Yo era jefa de gabinete de Alberto Espina cuando era senador. Y él era del círculo de confianza del Presidente y, además, yo había trabajado con la primera dama. Entonces, pude seguir en contacto. En 2017, por ejemplo, fui la jefa territorial de la campaña presidencial’, cuenta.
Dicha campaña fortaleció su relación con el exmandatario, tiempos que recuerda con gran cariño y admiración. ‘Viajé con él a todo Chile. Todas las regiones, todo lo que era trabajo en terreno, en regiones, pude ver directamente su gran capacidad de trabajo, de liderazgo. Es una capacidad difícil de describir’, afirma.
– ¿Qué recuerdo y legado le dejó haber trabajado con él?
– Muchos. Marcó mi trayectoria, literalmente la mitad de mi vida pude cooperar con él, trabajando de cerca. Desde los 18 años y ahora tengo 36. Fue una gran experiencia de formación. Él trabajaba mucho, y eso requería esforzarse. Trabajar y esforzarse por dar lo mejor. Había que estar muy preparado, había que saber de todo.
Él era muy riguroso en preguntar en lo que estaba, entonces había que dar lo mejor de uno. Pero, al mismo tiempo, era muy atento, en lo humano, muy preocupado la gente de su equipo.
– ¿Algún momento en especial que recuerde?
– Tengo muchas historias con él, pero recuerdo una muy especial y donde fue particularmente muy cariñoso conmigo. Recuerdo que para el terremoto (de 2010), él estuvo muy preocupado. Soy de Chanco, que queda a kilómetros del epicentro, y él estuvo muy atento. Yo estaba aquí en Santiago y no sabía si mis papás estaban vivos o no. Él me ayudó a conseguir información, después me ayudó a viajar allá para ver a mi familia. Y se mantuvo en contacto, me mandó muchos mensajes. Estaba realmente atento.
En el segundo periodo presidencial, Balladares pasó a ser una de las piezas con roles relevantes en el Gobierno. Al inicio del mandato fue nombrada como jefa de División de Gobierno Interior, cargo al que renunció para sumarse a la campaña por el Rechazo.
Sin embargo, en cosa de tiempo, ya estaba de regreso en el mundo público.
‘Él me llama un 1 de abril del 2020, y me dice ‘Andrea Balladares, ¿está disponible para volver al servicio público?’ Y desde ese día que volví, para mí todo cambió, todo. Desde ahí me desempeñé como delegada presidencial en La Araucanía y Coquimbo durante la pandemia, y luego como subsecretaria de Servicios Sociales. Él me motivó a dar lo mejor de mí, a trabajar por el país, lo que es amor al servicio público’, rememora.